La asturiana Laura Fuertes, la única boxeadora olímpica española de la historia, ha debutado con victoria en los Campeonatos del Mundo Femeninos de categoría Élite, que se celebran a lo largo de toda la semana en la localidad serbia de Nis. En esta tercera jornada, también ha subido al ring Mariana Soto, que no ha tenido fortuna (de ningún tipo) en su duelo frente a la turca Esmanur Lok.
Laura Fuertes (-50 kg) tenía ante sí a una rival de gran calibre, la rusa Rinata Bezel, que había superado su choque de dieciseisavos de final en la jornada inaugural de competición. De menor estatura, dotada para boxear con ambas guardias aunque diestra, aguerrida, Bezel se ha ido desde el inicio al frente, dando lugar a un primer round bastante igualado, en el que un par de manos más claras de la rusa le dieron ventaja en las cartulinas (2:3), pese al buen hacer de la española. En el segundo asalto, Fuertes se mostró más ofensiva, lanzando con más ímpetu el jab, lo que frenó un poco a su rival; además, la asturiana se movió mejor, lo que le dio el parcial de modo convincente, excepto para el juez serbio.
El tercero resultó el decisivo para el devenir de la suerte del combate. Bezel volvió a la carga, pero Laura Fuertes la recibió una y otra vez con movimientos laterales (“a la derecha, a la derecha”, repetía Rafael Lozano en la esquina) y supo resistir en el clinch las acometidas de su oponente. Su mejor técnica ayudó a que, finalmente, se adjudicara también este asalto (excepto para el juez serbio, que quizá miraba el combate del otro cuadrilátero) y, con ello, se asegurara una victoria por decisión dividida (4:1). Ahora, Laura Fuertes se medirá a la norcoreana An Kum por un puesto en el podio.
También en la jornada de tarde, Mariana Soto (-63 kg) tenía un compromiso de octavos de final. Cada vez más asentada en el ring y con más confianza, a medida que acumula experiencia internacional, Soto tomó el papel de agresora frente a Esmanur Lok, zurda de 20 años que boxeaba hacia atrás buscando la contra y con las características manos bajas de varias deportistas turcas. La representante española logró tres o cuatro derechas que igualaron un asalto en el que su oponente clavaba también alguna mano poderosa aprovechando su velocidad. Pero, cuando quedaban unos 30 segundos de ese primer asalto, el árbitro inglés se erigió como protagonista negativo. En un cruce de golpes donde primero llegó la derecha de Soto, a la española se le aplicó una cuenta de protección. Mariana Soto apretó los dientes y lanzó una poderosa derecha, recibiendo otra mano posterior que volvió a ser merecedora, según el referee, de una segunda cuenta.
Tras ella, declaraba el fin del combate y la derrota de Mariana Soto por RSC. Sin caer en visiones parciales, debemos decir que excesivo para lo que se estaba viendo sobre el cuadrilátero. Seguro que el equipo técnico español debe pensar lo mismo.