Este sábado por la noche, en la ciudad de Cracovia (Polonia), se celebró el evento conocido como Suzuki Boxing Night, cuya parte principal lo constituyó un enfrentamiento en formato dual-match entre los equipos femeninos de España y Polonia, el anfitrión.
Nuestro equipo optó por alinear a las nuevas componentes que se encuentran en el CAR de Los Alcázares, para que vayan rodándose en los inicios del nuevo ciclo olímpico. Por su parte, Polonia, una ascendente potencia del pugilismo femenino a nivel continental y mundial, presentó una alineación repleta de nombres consagrados y de primer nivel, aprovechando la cobertura televisiva nacional del evento. Por ejemplo, Angelika Krysztoforska, rival de Iratxe Vals, marcha invicta en su carrera profesional tras nueve combates; Aneta Rygielska, que se midió a María Horche, llegó hasta octavos en los Juegos de París; o, Sandra Drabik, oponente de Ana Isabel González, acumula una colosal experiencia, al comenzar a participar en torneos internacionales de primer nivel en un lejano ya 2011.
Pese a ello, los nuevos rostros de nuestro boxeo femenino le pusieron las cosas difíciles al equipo anfitrión. Si tuviéramos que destacar alguien dentro del buen papel general de las españolas, citaríamos a “la veterana de la expedición”, Carmen González (la que acumula más experiencia) y a Dúnia Martínez. Ambas merecieron ganar sus combates, aunque “la escoba” lo impidió en última instancia. Sin embargo, el objetivo principal era acumular actividad de primer nivel para casi cerrar el año, antes de afrontar 2025 con nuevos objetivos.
La composición del equipo español en este torneo, recordamos, fue el siguiente:
