Hasta seis representantes españoles se darán cita en París. Si ya se consideraba un hito lo conseguido en Tokio, con cuatro, ahora se acaba de ir más allá.
Estos cuatro constituían la cifra récord desde que se establecieron los procesos clasificatorios, en Barcelona 92, aunque como país anfitrión España contó con siete participantes en aquella edición. Para irnos a cifras superiores, nos remontaríamos a Roma y Londres, con ocho participantes.
La cifra, además, hay que valorarla en otro contexto. En Seúl 88 el boxeo tuvo 432 participantes y ahí se pensó en frenar la participación; en Barcelona se pasaba a 336 y París acogerá 124 hombres y 124 mujeres (un total de 248).
EL DATO: España actualmente en el cuadro masculino es el equipo europeo con más clasificados, cinco, por encima de Francia o Gran Bretaña. Cinco hombres ha colocado Cuba y cuatro Estados Unidos.
Para haber conseguido este resultado histórico, han tenido que coincidir diferentes claves. Además, por supuesto, del trabajo y sapiencia del seleccionador y el conjunto de los técnicos, y la labor realizada desde presidencia para poder atender en buena medida las demandas deportivas de aquellos.
Así, se han obtenido dos plazas por parte de “los veteranos”, los hombres que ya despuntaron en Tokio y que han continuado en el equipo. Enmanuel Reyes Pla y José Quiles afrontarán su segunda participación, algo no tan común en nuestro boxeo. Solo lo han realizado Enrique Rodríguez Cal, Juan Francisco Rodríguez, Antonio Rubio, Kelvin de la Nieve y ellos dos (por delante, Rafa Lozano, con tres participaciones y dos medallas, además de diploma olímpico).
Ayoub Ghadfa Drissi, en la siempre difícil categoría de superpesados, ha demostrado ser uno de los mejores del mundo en los dos últimos años, coronando con la clasificación un proceso que comenzó el día después de perder en su debut en unos Campeonatos de España (Murcia 2017) ante el almeriense Aymer El Koungui.
El ascenso del boxeo olímpico femenino en España ha tenido su recompensa en una histórica plaza para Laura Fuertes, que debe abrir el camino para las futuras olímpicas españolas.
Y, además, la explosión de los más jóvenes en Bangkok. Se les consideraba piezas esenciales para Los Ángeles 2028, pero Oier Ibarretxe (21) y Rafa Lozano (20) se han rebelado y han conseguido en Tailandia los billetes que permiten que este equipo haya hecho historia. Con el tiempo creemos que se asimilará la magnitud de lo vivido. Y es que, hasta seis representantes españoles se darán cita en París. Si ya se consideraba un hito lo conseguido en Tokio, con cuatro, ahora se acaba de ir más allá.
Estos cuatro constituían la cifra récord desde que se establecieron los procesos clasificatorios, en Barcelona 92, aunque como país anfitrión España contó con siete participantes en aquella edición. Para irnos a cifras superiores, nos remontaríamos a Roma y Londres, con ocho participantes.
La cifra, además, hay que valorarla en otro contexto. En Seúl 88 el boxeo tuvo 432 participantes y ahí se pensó en frenar la participación; en Barcelona se pasaba a 336 y París acogerá 124 hombres y 124 mujeres (un total de 248).
EL DATO: España actualmente en el cuadro masculino es el equipo europeo con más clasificados, cinco, por encima de Francia o Gran Bretaña. Cinco hombres ha colocado Cuba y cuatro Estados Unidos.
Para haber conseguido este resultado histórico, han tenido que coincidir diferentes claves. Además, por supuesto, del trabajo y sapiencia del seleccionador y el conjunto de los técnicos, y la labor realizada desde presidencia para poder atender en buena medida las demandas deportivas de aquellos.
Así, se han obtenido dos plazas por parte de “los veteranos”, los hombres que ya despuntaron en Tokio y que han continuado en el equipo. Enmanuel Reyes Pla y José Quiles afrontarán su segunda participación, algo no tan común en nuestro boxeo. Solo lo han realizado Enrique Rodríguez Cal, Juan Francisco Rodríguez, Antonio Rubio, Kelvin de la Nieve y ellos dos (por delante, Rafa Lozano, con tres participaciones y dos medallas, además de diploma olímpico).
Ayoub Ghadfa Drissi, en la siempre difícil categoría de superpesados, ha demostrado ser uno de los mejores del mundo en los dos últimos años, coronando con la clasificación un proceso que comenzó el día después de perder en su debut en unos Campeonatos de España (Murcia 2017) ante el almeriense Aymer El Koungui.
El ascenso del boxeo olímpico femenino en España ha tenido su recompensa en una histórica plaza para Laura Fuertes, que debe abrir el camino para las futuras olímpicas españolas.
Y, además, la explosión de los más jóvenes en Bangkok. Se les consideraba piezas esenciales para Los Ángeles 2028, pero Oier Ibarretxe (21) y Rafa Lozano (20) se han rebelado y han conseguido en Tailandia los billetes que permiten que este equipo haya hecho historia.